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Varicela: Qué es y cómo tratarla

Índice de contenido

¿Qué es la varicelan? Se trata de una enfermedad infecciosa producida por un virus, que se contagia con mucha facilidad. Sin embargo, su diseminación está controlada en la mayoría de los países gracias a la inmunización.

Has de saber que la varicela es común en la infancia, aunque los niños suelen recuperarse en unos cuantos días, aunque en determinados casos hay complicaciones graves.

La prevención, los síntomas que te ayudarán a identificarla y los cuidados que hay que administrar a los enfermos son el tema de este artículo. ¡No te lo pierdas para saber más acerca de esta patología tan común!

¿Qué es la varicela?

El virus varicela-zóster es el agente infeccioso causante de esta enfermedad, que afecta a niños menores de 10 años. Las lesiones características son las pápulas que se transforman en vesículas. Luego, al llenarse de líquido, sobresalen y quedan rodeadas de un área de piel enrojecida, llamada eritema.

Además, resulta altamente contagiosa: si estás cerca de una persona enferma y no tienes inmunidad, la probabilidad de adquirirla es del 90 %. El contagio se produce a través del contacto directo con el virus, que se encuentra en el líquido de las lesiones. También se transmite por vía aérea, con los fluidos que se emiten al toser o estornudar.

El periodo de incubación es de 7 a 21 días, transcurrido el cual brotan las primeras pápulas, que después se transforman en vesículas. La varicela se transmite durante aproximadamente una semana, desde el día anterior a la aparición de las lesiones hasta que todas hayan formado costra.

Síntomas de la varicela

Las pápulas y vesículas aparecen primero en la cara, la espalda y el abdomen, y al poco tiempo se extienden hasta el área genital y el interior de la boca. Es característico que invadan el cuero cabelludo, mientras que no se observan en las plantas de los pies y las palmas de las manos. Además, existen otros síntomas de la varicela, entre los que figuran los siguientes:

  • Fiebre alta, que llega a los 40 ºC.
  • Prurito intenso.
  • Inapetencia.
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza.

Las posibles complicaciones

En algunos pacientes, como los bebés, las embarazadas y las personas con el sistema inmunitario debilitado, esta patología puede agravarse con cientos de lesiones. Por otra parte, es posible que existan las siguientes complicaciones.

  • Infecciones bacterianas de las lesiones.
  • Síndrome de Reye: afecta al cerebro y al hígado en los niños que toman aspirina durante la enfermedad.
  • Neumonía, especialmente durante el embarazo, que suele ser grave.
  • Inflamación del cerebro o del cerebelo.
  • Deshidratación.

El feto está expuesto a varios trastornos causados por el virus, que dependen de la fase del embarazo para el momento del contagio materno. En las primeras 20 semanas puede haber malformaciones congénitas, llamadas en conjunto síndrome de varicela fetal. En cambio, si la madre enferma cerca del parto, hay riesgo de nacer con varicela neonatal, que tiene una mortalidad de hasta el 30 % sin tratamiento.

En algunas personas que han padecido esta enfermedad el virus queda latente en el organismo. Aunque no es una complicación, sino otro tipo de manifestación viral, en los mayores de 50 años aparece la culebrilla o herpes zóster. Es consecuencia del envejecimiento o del estrés físico o emocional y los síntomas son ampollas, dolor agudo y prurito.

Tratamientos y cuidados generales

Conocer los síntomas de la varicela y saber como empieza es una información importante para que identifiques a tiempo esta enfermedad tan contagiosa. La forma de prevención más importante es la vacuna de virus vivos atenuados, que constituye una inmunización activa. Debe aplicarse a los bebés en dos dosis, a los 15 meses de edad y a los 3 o 4 años.

Si no te has vacunado ni has sufrido la enfermedad, es conveniente que te inmunices con las dos dosis, separadas por un lapso de tiempo de 4 semanas. Así quedarás protegido de por vida y, aunque en algunos casos se produce el contagio, la enfermedad resulta mucho más leve.

Un recurso es la prevención pasiva o profilaxis posexposición con inmunoglobulina específica para el virus varicela-zóster. Se administra dentro de las 72 horas posteriores al contacto con un enfermo a las personas con riesgo de desarrollar una enfermedad grave o complicaciones.

Como tratar la varicela

Debido al prurito, la tendencia natural del niño es rascarse y evitarlo resulta esencial, por varias razones. En primer lugar, la ruptura de las vesículas contribuye en gran medida a diseminar el virus. En segundo lugar, las lesiones añadidas son una puerta de entrada para las infecciones, que además dejan cicatriz.

En consecuencia, mantén las uñas del niño cortas y emplea cremas para la varicela, que alivian el prurito. Otra manera de aplacarlo son los antihistamínicos por vía oral, que calman el síntoma mientras se secan las lesiones. Si estás al cuidado de una persona con varicela, debes lavarte las manos con agua y jabón cada vez que entres en contacto con ella o los objetos que usa.

¿Cómo tratar la varicela? Además del cuidado de la piel, es preciso controlar la fiebre, para lo cual se emplea paracetamol. No debe recurrirse a la aspirina en ningún caso, ya que se asocia con la aparición del síndrome de Reye, como te mencionamos anteriormente.

Los antibióticos se emplean para las infecciones bacterianas de la piel, mientras que los antivirales como el aciclovir y el famciclovir se utilizan para controlar los cuadros graves de la enfermedad. Si necesitas más información acerca de este tema, consulta con tu farmacéutico.

Ahora ya sabes qué es la varicela, cómo se manifiesta y cuáles son los peligros que entraña su contagio. Actualmente, disponemos de la vacuna que, como sucede con otras infecciones virales, es la medida más importante para impedir su diseminación. Además, con los cuidados oportunos podrás aliviar el malestar del enfermo, al controlar síntomas como la fiebre y el prurito.

Gracias a los avances científicos, las personas con riesgo de desarrollar complicaciones disponen de la inmunización pasiva para evitar la enfermedad. Asimismo, hay medicamentos antivirales eficaces para tratar los casos graves. ¡Visita nuestra página web, donde encontrarás más información!

Equipo de redacción compuesto por diferentes profesionales pertenecientes a Grupo Hefame. Todo el contenido está supervisado y validado por farmacéuticos y especialistas en productos de farmacia y parafarmacia.

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