En la farmacia estamos acostumbrados a paliar, ayudar y recomendar productos que proporcionan seguridad y bienestar. Desde esta premisa, quiero hoy incidir sobre la cantidad de ayudas a la movilidad que disponemos desde la oficina de farmacia, y en cómo personas con alguna dificultad o limitación en su día a día se pueden ver aliviados enormemente estos problemas.

Desde la farmacia, conocedores como somos de nuestros clientes y viendo cómo, en ocasiones, su actividad cotidiana se ve dificultada por algún problema de movilidad, debemos ser los recomendadores activos de las ayudas técnicas necesarias para resolver esta necesidad. Con ello, conseguiremos que nuestros pacientes sean más autónomos, retrasen al máximo la dependencia de otra persona y, les proporcionaremos una herramienta que les hará su vida mucho más fácil y segura, a la vez que ayudaremos a prevenir posibles problemas mayores, como caídas o accidentes.

¿Con qué ayudas técnicas contamos?

Para ello, vamos a hacer un repaso de las distintas ayudas que disponemos, y comenzaremos clasificando la ayuda según el grado de dificultad en el movimiento.

Primer grupo

En el primer estadio y menor limitación, encontramos:

  • Muletas
  • Muletillas
  • Bastón inglés

Son herramientas muy útiles para postoperatorios, en caso de lesión en piernas o, simplemente, para estabilizar a una persona con problemas deambulatorios. Proporcionan otro punto de apoyo, mejorando equilibrio y disminuyendo el peso sobre las piernas.

Existen diferentes tipos, con una pata o con varias, de colores y formas e, incluso, materiales, llegando a ser muy ligeros a la vez que resistentes.

Actualmente, los fabricantes, además de la calidad en el producto, también persiguen hacerlo más atractivo visualmente. Algo impensable hace unos años, cuando dentro de estas líneas de producto no encontrábamos la variedad actual. Tendremos que adaptarlos a la altura adecuada y dar unas pequeñas nociones sobre su uso.

Segundo grupo

En el siguiente grupo de ayudas, encontramos los andadores. Creo que son el producto con mayor auge dentro de las ayudas técnicas a la movilidad. Proporcionan mucha seguridad a la persona que los usa y cada día se ven más por nuestras calles, parques o comercios. Gracias a ellos, las personas pueden desplazarse sin ayuda a los distintos lugares que tengan interés. Al igual que he comentado en el apartado anterior, el mercado ofrece una gran oferta donde elegir, bien por gustos, diseño o necesidades.

  • Los andadores sin ruedas, solo con cuatro tacos de apoyo. Están diseñados con un peso muy ligero para que el usuario los pueda levantar fácilmente y su uso sería preferentemente para el interior de viviendas.
  • Los andadores con ruedas delanteras y tacos raseros. Este tipo es mixto y sirve tanto interior como exterior. Aporta seguridad al usuario, sin ser necesario levantar el total del peso del andador.
  • Los andadores de cuatro ruedas, que son los más demandados por el mercado y los que han sufrido mayor evolución.

Es un artículo polivalente tanto dentro como fuera de casa, disponen de asiento, lo cual los hacen muy cómodos, y cuentan con muchos accesorios, como bolsillos portadocumentos, cesta de compra, frenos de presión o de manetas, dispositivos reflectantes, etc. Estos proporcionan al usuario mucha seguridad en sus desplazamientos y libertad para realizarlos sin depender de un cuidador, con lo cual el cliente queda muy satisfecho con el producto.

Si conseguimos el uso adecuado de estos dispositivos, reducimos mucho el riesgo de caídas, con las graves consecuencias que pueden acarrear, como días de hospitalización y dependencia más severa del paciente. Siempre tendremos que realizar un breve cuestionario al paciente para evaluar sus necesidades respecto al producto y hacer los ajustes necesarios en el mismo para adaptarlo adecuadamente.

Tercer grupo

En el grupo de ayudas técnicas para dificultad más severa tenemos las sillas de ruedas, manuales o eléctricas y los scooters.

Las más básicas, las manuales, pueden ser autopropulsables o no, y con rueda grande o pequeña. Encontramos muchas medidas en el mercado, así pues, una buena entrevista con el usuario o cuidador es imprescindible antes de cualquier elección, ya que nos dará todos los detalles para elegir cuál es la más adecuada para ese usuario en concreto.

¿Qué factores hay que tener en cuenta al elegir una ayuda técnica?

El tamaño de puertas en su domicilio (a veces las casas más antiguas no cumplen normativas actuales), el peso del usuario, así como otras necesidades de uso (ocasional o para toda la jornada).

“Cuanto mejor conozcamos las necesidades del usuario mejor recomendación daremos”

Cuanta más información recabemos, mejor podremos aconsejar el producto adecuado y podremos recomendar también otros accesorios útiles, como cojines antiescaras, etc.

Las sillas eléctricas y scooter son vehículos que requieren una formación adecuada.

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