Nutracéuticos, el complemento perfecto para fortalecer la salud

El término nutracéuticos fue acuñado en 1989 por el Dr. Stephen DeFelice, presidente de la Fundación para la Innovación en Medicina de los EEUU, y es una palabra que deriva de “nutrición” y “farmacéutico”, y puede aplicarse a compuestos químicos individuales presentes en alimentos que poseen un efecto beneficioso sobre la salud humana.

Pero, ¿qué es lo importante sobre los nutracéuticos?

La mayoría de los nutracéuticos son de venta libre, están al alcance de todos y muchas personas toman algunos de ellos, creyendo que están compensando otras cosas no tan bien hechas y con dosis, a veces, inadecuadas. Además, en muchas ocasiones se toman sin haber realizado previamente una analítica de sangre para saber qué valores necesita suplementar.

Necesitamos saber: cuál es el uso adecuado, cuál es la dosis, por qué los estamos tomando y qué objetivo perseguimos con los nutracéuticos.

¿Cuál es el nutracéutico/antioxidante esencial y principal que recomiendo a todo el mundo?

La Vitamina C, puesto que hay niveles bajísimos en la población. Sabemos que nosotros perdimos hace tiempo la capacidad de sintetizar vitamina C, que además de ser antioxidante, participa en muchísimas funciones de la salud del individuo.

¿Cuál es la dosis ideal? Parece ser que el máximo que se absorbe por vía oral cuando se aporta vitamina C es 400/500mg, el resto se elimina por las heces fecales. Podríamos tomar 500mg tres veces al día.

Efectos terapéuticos, la seguridad y potencial nutricional de otros nutracéuticos.

La coenzima Q10 es uno de los nutrientes que con la edad disminuye la síntesis endógena en el organismo y, su función básica es la formación de energía (ATP) en la mitocondria. Pero, además tiene funciones extra mitocondriales, como evitar que el colesterol se oxide. En los deportistas de élite disminuye y se producen lesiones tisulares debido al esfuerzo, por lo que hay que suplementarla. Además, es liposoluble, por lo que se recomienda tomarla con comida grasa.

Por su parte, la vitamina E es un antioxidante que frena la oxidación descontrolada, su consumo genera protección frente a rayos UV. Pero ella misma se oxida y se acumula (al ser liposoluble), por eso se debe dar siempre con vitamina C y con todos los tocoferoles, no sólo el alfa.

Los aminoácidos tienen mucho interés. Hay estudios en que la taurina, unida a la vitamina B12, aumenta su cantidad y trata la osteoporosis obteniendo muy buenos resultados. 

La taurina no debe tomarse con ácido acetil salicílico, ni administrarse con el estómago vacío si hay antecedentes de úlcera de estómago o de duodeno, ya que puede producir un cólico importante.

Los ácidos grasos omega 3 muestran efectividad en el tratamiento de patologías reumatológicas crónicas como la artritis reumatoide, demostrando mejoría en la sintomatología, destacándose la reducción de la tensión y la rigidez articular.

Estudios científicos fundamentan el uso del ácido fólico con el fin de prevenir enfermedades cardiovasculares y neurológicas. Además, su uso antes del embarazo y durante el primer trimestre puede reducir la aparición de defectos del tubo neural hasta un 70%.

Los probióticos se utilizan para tratar los síntomas alérgicos de la dermatitis atópica, y también han demostrado su utilidad en el manejo de la intolerancia a la lactosa y en la conservación de la salud oral.

Los prebióticos se han usado además en el tratamiento de síntomas asociados a estreñimiento crónico, pues su efecto como laxante osmótico ayuda a su manejo.

La astaxantina ofrece una protección poderosa para los ojos y previene la degeneración macular, protege al corazón del daño oxidativo, al sistema nervioso de enfermedades degenerativas y aumenta la función del sistema inmune. 

El ácido alfa lipoico es un antioxidante que se usa para el tratamiento de la neuropatía diabética y parece eficaz como suplemento dietético a largo plazo para la protección de los diabéticos contra las complicaciones. 

Estos son solo unos ejemplos a tener en cuenta. Pero hay unas conclusiones muy importantes que no podemos olvidar nunca. El farmacéutico es el experto en el medicamento y, por tanto, en sus interacciones o efectos sinérgicos con otros sustancias o alimentos que tomemos.

El uso concomitante de nutracéuticos y fármacos de forma adecuada genera un efecto sinérgico impresionante, pero antes de comenzar a tomar algún suplemento, es necesario consultar a nuestro farmacéutico para obtener un consejo de confianza personalizado que nos brinde los mejores resultados.

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