Las almohadillas son una parte fundamental en la vida y salud de nuestros amigos peludos, sin embargo, no siempre les prestamos la atención que merecen. A pesar de contar con una gran resistencia, también son zonas muy delicadas de la anatomía de los perros. De hecho, diversos factores, como el clima o el terreno, pueden provocar daños en esta zona sensible. Cuando esto ocurre es normal que aparezcan grietas o heridas, lo que nos da una pista de que algo no va bien. En este artículo, queremos ayudarte a entender este problema y te ofreceremos diversas soluciones, como recomendaciones de crema para almohadillas.

Almohadillas agrietadas: ¿por qué ocurre?

La presencia de almohadillas agrietadas es algo bastante común. Comprender por qué ocurre este fenómeno es esencial para abordar el problema de manera efectiva. Las razones que hay detrás son múltiples, pero aquí te explicamos algunas de las más habituales.

• Clima. El frío y las bajas temperaturas pueden provocar sequedad y pérdida de elasticidad en esta zona del cuerpo, lo que produce grietas. Piensa en tus labios cuando hace frío, también son propensos a agrietarse.
• Terreno. Caminar sobre terrenos duros, rugosos o con elementos afilados puede desgastar las almohadillas y provocar lesiones. También es muy importante la temperatura de la superficie. La nieve, el hielo o el asfalto en verano son elementos muy abrasivos para las almohadillas.
• Falta de hidratación. Al igual que nosotros, los perros también pueden experimentar sequedad en la piel, incluso en sus almohadillas. Una hidratación insuficiente puede llevar a esa fragilidad y agrietamiento.
• Uso excesivo. Actividades físicas intensas o largas caminatas pueden sobrecargar las almohadillas, provocando su desgaste y, posiblemente, grietas. En este sentido, ten en cuenta, además, que las almohadillas de los cachorros son mucho más sensibles.
• Genética. Existen razas que son más propensas que otras a este tipo de problemas en las almohadillas. Son los casos, por ejemplo, del bulldog francés y del bulldog inglés.
• Enfermedades. Determinadas patologías como la leishmaniasis, la pododermatitis, infecciones o enfermedades autoinmunes pueden repercutir en la salud de las almohadillas de este modo.

Las almohadillas agrietadas en los perros conllevan diversas consecuencias que pueden derivar en problemas más serios si no se abordan adecuadamente. Estas son algunas de ellas:

• Provocan molestias y dolor, afectando a su calidad de vida y a su disposición para participar en actividades normales.
• Las grietas pueden convertirse en puntos de entrada para bacterias, virus u otros patógenos, aumentando el riesgo de infecciones en las almohadillas.
• Pueden provocar cojera y, con el tiempo, afectar a la forma en que los perros distribuyen su peso al caminar, causando un desgaste adicional en otras partes de las extremidades.
• Cambios en el comportamiento del perro, como la irritabilidad, la falta de interés en actividades habituales o incluso la agresión debido a la incomodidad.

Es fundamental abordar este problema de manera proactiva para prevenir estas consecuencias y mantener la salud y felicidad de los perros. Revisa sus patas periódicamente y mantente alerta anta cualquier comportamiento o signo extraño.

Crema para almohadillas y otros cuidados

¿Tu mejor amigo sufre de almohadillas agrietadas? Ahora que ya sabes cuáles son las causas que puede haber detrás de esta dolencia, te compartimos algunos consejos para restaurar la salud de sus almohadillas. ¡Toma buena nota!

Inspección regular

Examina las almohadillas de tu perro regularmente para detectar signos de agrietamiento, cortes o irritaciones. Límpialas después de caminar sobre superficies ásperas para eliminar posibles irritantes.

Desinfecta

Si hay presencia de grietas, te recomendamos lavarlas con agua y jabón para eliminar cualquier resto de suciedad. Después, emplea un poco de Betadine o agua templada con sal para desinfectar la zona.

Usa crema para almohadillas de perros

Una vez las patas estén desinfectadas, aplica una crema para almohadillas de perros para restaurar la hidratación y favorecer la cicatrización. Si lo deseas, puedes vendar la herida para protegerla. Lo ideal es cambiar el vendaje 2 o 3 veces al día, repitiendo todo el proceso de curación.

Hidrata periódicamente

Opta por aplicar un balsamo para almohadillas de perros de forma periódica. De este modo, contribuirás a la prevención de las grietas. Esta práctica es especialmente útil en los meses de invierno o cuando tu perro esté expuesto a situaciones que puedan generar deshidratación y tirantez en las almohadillas.

Considera usar protectores de almohadillas para perros

Los protectores de almohadillas para perros son una especie de calcetines elaborados con neopreno que se ajustan a la pata del animal. De este modo, la zona no está en contacto con agentes dañinos. Esta puede ser una buena opción durante el proceso de recuperación y también para su uso en determinados ambientes. Por ejemplo, para paseos largos o cuando sepas que el perro va a andar sobre nieve, asfalto caliente o cualquier otro terreno que pueda perjudicar sus almohadillas.

Entrena las patas de tu peludo

Para aumentar la resistencia de las almohadillas, es conveniente entrenarlas. ¿Cómo? Basta con realizar paseos alternando diferentes tipos de superficies: hierba, arena, piedras, asfalto, etc. Con esto, estarás haciendo que tu perro se acostumbre y sus patas se endurezcan.

Consulta con el veterinario

Si las almohadillas están gravemente agrietadas o si observas signos de infección, busca la orientación de un profesional. El veterinario te aconsejará y te proporcionará un tratamiento específico.

Hasta aquí nuestros consejos. Esperamos que este artículo te haya servido para conocer más los cuidados y atenciones que requieren las almohadillas de los perros agrietadas. Prestando un poco de atención a esta zona y siguiendo nuestras recomendaciones, evitarás que vuelvan a surgir heridas y grietas. De este modo, tanto tú como tu mejor amigo podréis seguir jugando y viviendo aventuras juntos.

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