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Preguntas frecuentes de Cuidado Respiratorio
Los humidificadores ayudan a mantener un nivel adecuado de humedad en el ambiente, lo que alivia síntomas como la sequedad de garganta, la irritación nasal y la tos seca. Son especialmente útiles en épocas de frío, cuando el uso de calefacción puede resecar el aire, y para personas con alergias o problemas respiratorios como asma.
Para usar un nebulizador en casa, asegúrate de seguir estos pasos: limpia el dispositivo antes de cada uso, coloca el medicamento recetado en el depósito, conecta el nebulizador a la boquilla o mascarilla y enciéndelo. Respira normalmente mientras el aparato convierte el medicamento en vapor. Al terminar, limpia todas las partes del nebulizador para evitar la acumulación de residuos o bacterias. Consulta siempre con tu médico para asegurarte de usarlo correctamente.
La principal diferencia entre un inhalador y un nebulizador es el formato y el modo de administración del medicamento. Un inhalador es portátil, rápido y emite una dosis controlada del medicamento, ideal para el alivio inmediato de síntomas. Por otro lado, un nebulizador convierte el medicamento líquido en vapor, siendo más adecuado para tratamientos prolongados o en casos de dificultad para usar un inhalador.
Un purificador de aire puede ser necesario si en tu hogar hay personas con alergias, asma o problemas respiratorios, o si vives en zonas con altos niveles de contaminación o alérgenos como polen. También es útil si tienes mascotas o si el aire interior tiende a estar cargado de polvo, humo o malos olores. Un purificador puede mejorar significativamente la calidad del aire y la salud respiratoria.
Los descongestionantes nasales son útiles para aliviar la congestión causada por resfriados, sinusitis o alergias. Sin embargo, deben usarse con precaución y nunca durante más de 3-5 días consecutivos, ya que su uso prolongado puede generar efecto rebote. Consulta siempre con un médico o farmacéutico si tienes dudas sobre su uso.